El despido en México

by | Nov 5, 2020 | Sin categoría | 0 comments

Todos pensamos que sabemos perfectamente que significa la palabra despedido en el argot laboral. Sin embargo pocos realmente sabemos la importancia y relevancia de este proceso. La mayoría de los patrones aprenden sobre la práctica este tema y a menudo lo delegan por la incomodidad que genera este proceso sobre su persona. No es de extrañar, el hecho de separar a alguien de su trabajo, sea con causa justificada o no, es un proceso que se busca evitar y constituye en la mayoría de las empresas la última alternativa. Existen muchos consejos para llevar a cabo una baja, pero no existen métodos infalibles: siempre se corre el riesgo de que las emociones dominen la situación y existan gritos, ofensas, llanto, desesperanza y toda clase de sentimientos negativos. Sin embargo ese tema no es para esta ocasión, en este momento veremos las consecuencias legales y los procesos para el momento del despido.

 

En la práctica existe una costumbre que se suele dar cuando la relación laboral se ha llevado a cabo de manera sana y existe respeto entre las partes, que es la práctica de pedir la renuncia. Lo vemos en gobierno, en la televisión, en algunas noticias: “X pide la renuncia de Y por escándalo sobre Z”. Esta costumbre se basa en que una renuncia es menos impactante emocional y legalmente que un despido. Una renuncia se puede hacer en cualquier papel, entregarse al departamento correspondiente y evitar fricción. Su tratamiento jurídico es simple: solo basta que en el documento se manifiesta la voluntad del empleado de separarse del trabajo, firma, fecha y poco más. No requiere ratificaciones especiales, ni testigos, ni ninguna clase de formalismo que la complique. Sin embargo no todas las relaciones laborales pueden terminar de manera pacífica.

 

Cuando la relación laboral sufre problemas que son insostenibles para el empleador es cuando se da el fenómeno del despido. En México los hay de dos tipos:

 

Despido Justificado

 

Es cuando la fuente de trabajo puede terminar con causa justificada la relación de trabajo con alguno de sus empleados con motivo del artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo. Dicho artículo señala 16 causales por las cuales el patrón puede despedir a un trabajador de manera justificada. Otras causales pueden añadirse de conformidad a la fracción XV, pero se recomienda que estén expresadas por escrito en el contrato de trabajo o en el reglamento interior, para poderse sustentar de manera correcta. Ahora hasta aquí es donde llegan la mayoría de los patrones, contadores y personal de RRHH. Saben que existen ciertas causales para despedir a una persona de manera justificada, pero se hace caso omiso del procedimiento.

 

La ley requiere que cuando se despida con base al artículo 47 a un trabajador, se le dé aviso por escrito de esta situación donde se describa claramente que conducta o conductas dieron motivo a la rescisión del contrato. El aviso se le debe de dar al trabajador que deberá firmarlo de recibido o en caso de negativa a firmarlo, el patrón deberá presentarlo ante la Junta de Conciliación pertinente (local o federal, de acuerdo a la competencia de su giro). Este aviso de rescisión DEBE SER REDACTADO Y APLICADO POR UN PROFESIONAL DEL DERECHO, por el motivo de que si no cumple con los requisitos, es presentado de manera deficiente o el motivo de la baja no se encuentra debidamente justificado y comprobado, tendrá como consecuencia que el patrón deba pagar las indemnizaciones por despido que la ley señala en su artículo 48. También es de hacerse notar que aunque el trabajador firme el aviso señalado, eso no implica por si mismo consentimiento del contenido y que el patrón, en caso de que hubiera juicio, tendrá la obligación de probar fehacientemente los hechos que dieron causa al despido, así como de que siguió al pie de la letras las formalidades para el mismo. Por eso siempre se recomienda que un proceso de baja sea llevado a cabo o supervisado por un especialista del derecho laboral.

 

Despido Injustificado

 

El despido injustificado es cuando el patrón no tiene un motivo válido para cesar a un empleado. Los despidos por baja productividad o malas ventas, relaciones personales con otros compañeros o retardos acumulados son ejemplos típicos de despidos injustificados. Más aún, hay patrones que piensan que si no dicen la palabra despido el trabajador no los puede demandar, como si se tratara de un vocablo mágico, pocas cosas tan alejadas de la realidad. Un despido se puede configurar si un patrón sin mediar causa justificada le pide a un trabajador que no se presente o que “lo esta descansando”. Si un patrón impide u obstaculiza el acceso a su lugar de trabajo a un empleado también es despido injustificado. Si el patrón retiene el salario de un empleado es aún peor, esa práctica puede ser demandada aún más cara que un despido en las manos de un abogado conocedor de la ley del trabajo. Si un patrón no realiza de manera correcta el proceso de rescisión conforme al artículo 47 también se trata de un despido injustificado. La mayoría de los despidos que se ven en los medios donde un patrón despide despide de manera inmediata a un trabajador sin seguir ninguna clase de proceso son ejemplos meridianos de despido injustificado. Estos despidos obligan al patrón a indemnizar al trabajador en los términos más favorables para este último. Es por eso que si bien fuiste víctima de un despido o necesitas realizar una baja en tu empresa, te acerques a los profesionistas correctos.